lunes, 11 de septiembre de 2017

The queen of the lies

Hola, yo soy María Iribarne, no es de mi personalidad describirme, ni aportar mucho en tus preguntas, me gusta dejar a otros en la duda o ponerlos en una situación de dificultad. Si quieres preguntar, juegatelas por la respuesta, por esta razón en el libro no se describen muchas cosas de mi, desde la perspectiva de juan Pablo, "soy una mujer hermosa" le encanto, osea, le encantaba... Parece que en mis últimos minutos de vida el ya no me quería nada: "...tengo que matarte, María. Me has dejado solo..." (Ernesto Sabato...). De todas maneras, yo tuve algo de la culpa en todo esto, pero, ¿quien lo obligo a actuar así? Todos guardamos secretos, no estamos obligados a contarlo todo, y menos a la gente que mas amamos. Eso tal vez sonara errado, tal vez se pensara que se le tienen que contar las cosas a los seres queridos, pero es a ellos a quienes mas le duele la verdad... Quienes reaccionan de peor manera, 
así como Juan Pablo.

Procedamos a describirme, mido mas o menos 1.62, mis cabellos son rubios, mis ojos oscuros, mi tono de piel es blanco como la nieve, y mi nariz es respingada y con un porte promedio. Realmente tengo 57 años, pero ya saben, la edad no se mide en años, sino en ganas.

Aunque no estoy totalmente arrepentida de haberle dicho todas estas cosas a Juan Pablo. Intentare justificarlas. Primeramente usare de justificación el hecho de que yo le advertí a Juan Pablo de lo que soy capaz de hacerle a las otras personas, el estaba advertido, con esas indicaciones no debió haberse acercado a mi. En segundo lugar el se obsesiono conmigo sin siquiera conocerme, el debería saber que hay miles de otras mujeres con los mismos gustos que también hubieran apreciado la ventana en su cuadro. Pero no. ¡Se tuvo que obsesionar CON MIGO!
Ahora pasemos a uno de los primeros problemas que atormento a Juan Pablo, cuando no le conté sobre la carta a mi esposo, el famoso ciego. Bueno Juan Pablo tuvo la razón, pero el solo se limito a buscar razones sobre por que yo podría haberlo hecho. Yo pensé que seria una buena manera de,  ademas de explicarle a juan Pablo mi inasistencia, seria una forma de mostrarle que estoy casada. 
 Por otro lado ¡LO ADMITO! Yo no lo amaba o al menos no tanto como antes, ese ciego perdió su gracia. Para el cuando nos acostábamos era un momento de amor, perfecto, eso era lo que yo quería. así no se daba cuenta que yo realmente no lo amaba, ya no era lo mismo de antes, el amor se va gastando, y cuando las cosas se gastan, ya no tienen remedio. Le puedes pasar una capa de pintura, o pegarle un par de stickers, pero eso solo lo oculta, no impide que se siga desgastando, y mucho menos borra el problema inicial. El amor es ese tipo de cosas, que desaparece con los problemas. y, aunque el amor no se puede ver, desapareció el nuestro junto con su vista. 




3 comentarios:

  1. Sr. Allende (esposo de María)
    No me puedo creer este tipo de cosas, ¡confié en ti! mi amor me cegó, me cegaste. Fui humillado, hubiera muerto por ti, hubiera hecho cualquier cosa... eres de la ultima de la que me lo hubiera esperado.
    Lo mas triste de todo, es que, a otros les hiciste lo mismo.







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  2. Juan Pablo:
    No te creo en nada lo de que es una forma de presentármelo o que se yo. Pudiste solo habérmelo dicho, o mientras podías jajaja, tu sabias que yo iba a terminar así, por tu culpa, pudiste por lo menos haber sido una niña buena, y comportarte como yo quisiera.

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  3. Hunter (amante de María):
    María, a pesar de que ya me habías mencionado a este sujeto, su comentario de verdad me impresionó. Verdaderamente le mentiste, pero eso no lo justifica a desmentir todo lo que decías, ademas, eso de escribir todo un libro sobre todo lo que le hiciste, y que eso lo supere en solo dos palabras, "la MATASTE". ¿amor? ¿así le dices?

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